domingo, 28 de agosto de 2016

En modo ON: Una mirada hacia lo esencial

Un franco, 14 pesetas. Se trata de un largometraje dirigido y protagonizado por Carlos Iglesias, un filme que nos traslada a un episodio todavía reciente de nuestra historia: la emigración, que muchos protagonizaron, en una realidad contemplada en blanco y negro. La televisión se asomaba tímidamente, y la radio protagonizaba jornadas de informativos, bajo el eco rotundo de Rne, amenizadas con seriales radiofónicos y la copla como género reparador de corazones maltrechos.

Iglesias realiza  un ejercicio de memoria colectiva. Nos recuerda quienes hemos sido, y sin duda atiende a un conflicto, que en la actualidad requiere del consenso de todos.
Una maleta, una chaqueta con olor a naftalina, camisa blanca de cuello almidonado, pantalones de un gris aceitunado, y por más señas la incertidumbre, que seguro muchos albergarían en sus corazones.

Un franco, 14 pesetas apunta hacia la esperanza, con un componente necesario de humor, que casi con altanería intenta aproximarse a una realidad austera, que induce a reparar en lo esencial. La afectividad y las relaciones sociales, que contribuyen a tejer lazos de solidaridad.
Suiza en aquellos años en blanco y negro, sólo fue un destino más que dejaba atrás el gris impenitente, de calles configuradas por patios de vecinos, en las que se podían escuchar las voces anónimas, que hoy Iglesias recrea a través de su filme. Un franco, 14 pesetas un largometraje al que sucede un segundo filme, bajo el título 2 francos, 40 pesetas, que supone el punto esperanzador a la visión que nos ofrece el cineasta. En buena parte un retorno hacia lo esencial.


B.Olmeda